Nuestro Responsable de las Relaciones Humanitarias Internacionales y su labor en Ucrania

25.03.2022

El responsable de las relaciones humanitarias internacionales de la ONG TEMPLARIOS DEL MUNDO, Mario Solano entra en Ucrania para dejar material médico y una ambulancia, nos hacemos eco de la noticia publicada en Crónica Balear.

Dos sanitarios de Mallorca entraron la semana pasada en Ucrania para dejar material médico y una ambulancia en un hospital de Ucrania.

Estos facultativos trabajan en la empresa sanitaria Falck -con base en Barcelona- que, al ver las imágenes de la guerra en Ucrania, decidió organizar dos expediciones solidarias para ayudar al pueblo ucraniano.

Por un lado, Falck envió un autobús desde la ciudad condal cargado de alimentos, ropa y material donado por parte de los trabajadores, así como de fundaciones y restaurantes de Cataluña para la frontera de Moldavia.

Y, por otro lado, donó una ambulancia de su flota, así como material médico -que iba en una furgoneta- para un hospital de Ucrania.

En total, entre las dos expediciones, unos 10 sanitarios de Falck -dos de Mallorca- pusieron rumbo la semana pasada a la frontera con Moldavia. Pero, solo unos pocos, entraron a Ucrania con la ambulancia y la furgoneta cargada de material médico.

Según indican desde la empresa sanitaria a Crónica Balear, es de las pocas expediciones solidarias españolas que ha conseguido entrar en el país ucraniano. "Normalmente se deja el material en la frontera y el Ejército del país lo introduce", explican.

No obstante, la expedición que iba con la ambulancia y la furgoneta tuvo algunos problemas para acceder a Ucrania. Y es que trataron de entrar al país por la frontera con Moldavia, pero el Ejército no les dejó entrar. "Fue un momento de gran apuro. De hecho, tuvimos que salir y entrar por la frontera con Rumanía", señalan.

"En la frontera vimos muchos campos de refugiados, que no estaban muy llenos, y un goteo constante de ucranianos que abandonaban su país. Las despedidas que se veían allí eran muy duras", indican.

Asimismo, explican que, al entrar en Ucrania, en las zonas cercanas a la frontera todo estaba "prácticamente normal". La situación se fue complicando cuando se acercaron a la ciudad de Vínnytsia, donde se encuentra el hospital.

"Pasamos varios 'checkpoints' de militares ucranianos, vimos animales abandonados, la torre de televisión destruida, no había mucha cobertura. En general, un gran descontrol", lamentan.

Una vez en el hospital de Vínnytsia, uno de los referentes del país, les dejaron la ambulancia y descargaron la furgoneta con todo el material sanitario: productos de primeros auxilios, ortopédicos, sillas de ruedas y medicamentos. "Ahora podrán desplazarse con esta nueva ambulancia y podrán atender con muchos más medios en el hospital", explican.

Asimismo, una vez ya fuera del país, ayudaron a varios refugiados, transportándoles desde la frontera a varias estaciones de tren.

"El viaje ha sido inolvidable, los kilómetros, el sueño... pero ha valido la pena. Ver los estragos y el sufrimiento de una guerra hace que pensemos lo débiles que somos. Nadie debería pasar por esa situación", concluyen.